Origen y evolución de la Risoterapia
Diferentes corrientes filosóficas conocen desde hace siglos la importancia de la risa y el sentido del humor y lo promueven de manera práctica.
Hace más de 4000 años en el antiguo imperio chino, había unos templos donde las personas se reunían para reír con la finalidad de equilibrar la salud.
En la India también se encuentran templos sagrados donde se puede practicar la risa.
En culturas ancestrales, existía la figura del "payaso sagrado" o "doctor payaso", el hechicero se vestía y maquillaba para ejecutar el poder terapéutico de la risa para curar a los guerreros enfermos.
Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa, algo que ha sido científicamente demostrado al descubrir que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos negativos un segundo después de comenzar a reír.
En los años 70, el doctor Patch Adams, aplicó la alegría y el buen humor como apoyo en la recuperación y tratamiento de enfermedades, obteniendo muy buenos resultados. A partir de entonces se comenzó a utilizar la técnica de la terapia de la risa en hospitales de EEUU, Suiza, Alemania, Francia, Japón y Colombia.
En Japón existe la Sociedad japonesa del Humor y la Risa, mientras que en Canadá y EE UU los payasos son parte del personal clave de varios hospitales.
En los últimos 30 años se ha avanzado mucho en la aplicación de la risa como terapia.
A continuación os relato un interesante caso en el que la risa hizo un maravilloso trabajo de sanación:
El New Journal of Medicine, una de las revistas médicas más respetadas publicó un relato de la vida de Norman Cousins, editor del Saturday Review.
Tras un incidente lleno de tensión al final de un viaje al extranjero, física y emocionalmente agotador, Mr Cousins notó fiebre y dolores durante su vuelo de regreso a los Estados Unidos. Su malestar progresó y poco después fue ingresado en un hospital, donde los análisis clínicos y de laboratorio certificaron que sufría una dolorosa enfermedad llamada “espondilitis anquilopollética” (una enfermedad degenativa en las articulaciones).
El caso de Mr. Cousins era tan extremo que pronto experimentó grandes dificultades y dolores al mover las articulaciones y se le dijo que las esperanzas de recuperación no eran en absoluto favorables.
Se negó a aceptar tan triste pronóstico y decidió hacerse cargo de su propio tratamiento.
Recordó haber leído algo acerca del papel que jugaba el sistema endocrino en las enfermedades y sobre las consecuencias adversas de los estados emocionales negativos sobre el equilibrio químico del cuerpo.
Razonó que si las emociones negativas habían tenido relación en su predisposición a la enfermedad, quizá entonces las emociones positivas podrían reestablecer el equilibrio.
Estaba dotado de un poderoso deseo de vivir y se resolvió a potenciarlo utilizando la alegría. Consiguió algunas películas divertidas (especialmente fragmentos de Candid Camera). Observó que la risa era un gran analgésico, diez minutos de risa equivaldrían a dos horas de sueño sin dolor. Pidió un traslado a un hotel y allí aumentó sus dosis de humor hasta que logró curarse por completo de la enfermedad. Su admiración por las propiedades de la risa en el organismo le llevó a investigar, siendo uno de los pioneros que llevó a Universidades como Oxford sus investigaciones. Le debemos en parte a él que estas teorías hayan llegado a Europa.
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