Os habéis puesto a pensar alguna vez ¿porque motivo hacéis un voluntariado?
Es curioso pues cuando estas en estas labores, te planteas muchas ideas que no te surgen cuando la labor que haces, se realiza a través de un intercambio de dinero.
En múltiples ocasiones he sido consciente de que era yo a quién le estaban ayudando y no al revés como aparentemente parecía.
Hay voluntariados en los que los retos son más fuertes que en otros.
Por ejemplo, ver a niños/as con enfermedades severas. La actitud de estos/as niños/as es una lección muy hermosa que me ayuda a ver la perspectiva de la inocencia de la niñez ante los planteamientos de la vida. Para ellos, no tiene el mismo sentido que los adultos, viven su vida más en el presente y en el disfrute y gozo de las situaciones. Te llenan el corazón con sus sonrisas.
Existen muchas formas de hacer voluntariado en el municipio donde vives. Hay gente que va a ayudar a personas mayores ha hacer la compra, a leerles, a acompañarles al médico, a hacerles compañía, hay mamas y papas que se juntan con sus hij@s y los de otros amiguit@s de sus hij@s y así, entre ellos se apoyan para tener tiempo para nutrir a la pareja (algo fundamental en estos días de desconexión por el exceso de trabajo). Cuando tienes un compañero/a de clase o amigo enfermo, llevarle lo que se ha hecho en clase ese día. Ayudar a alguien que va cargado a transportarla cuando no hay ascensor o escaleras mecánicas. Ceder tu asiento y/o abrir la puerta a quien lo necesita, independientemente de la edad y sexo.
Podría seguir enumerando diferentes formas de hacer voluntariado y siempre habría alguna que no apareciera.
Ya lo dijo Eduardo Punset en su programa Redes que cuando uno practica algún tipo de voluntariado se siente mejor.
Desde el primer día las personas que forman parte de Antares, me proporcionaron muchas enseñanzas, tanto el personal de la Asociación como las personas que tienen autismo. Son estos últimos, los que tienen una prespectiva muy diferente de la vida. Gracias a ellos, he vivido situaciones de grandes aprendizajes donde te muestran otra realidad bañada en sentimientos, que los demuestran de la única forma que saben hacerlo. Ellos para mi, hilan más fino que los/as niños/as y porque se expresan desde un lugar que no es fácil de entender y vivir.
Es por ello, que en esta época en la que vivimos donde se reciben menos ayudas a asociaciones que dan apoyo a familiares y seres con alguna discapacidad, necesitan con más intensidad de la labor del voluntariado de la gente.
Si así lo deseas, hay muchos sitios donde eres necesario. Esto no tiene precio:
Micaela Barrasa García
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